miércoles, 2 de diciembre de 2015

Hacktivism: el entramado invisible del ciberpoder

A diario, el universo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) abre posibilidades de acción desde diferentes sectores sociales. A diario, aparecen ventajas y desventajas del empleo de las NTIC, al alcance de un click del mouse.
Desde finales del año 2010, mundialmente se compartían las informaciones políticas filtradas por Julian Assange desde su conocido sitio electrónico: “Wikileaks”, haciendo referencia a los cables enviados desde sectores diplomáticos estadounidenses, entre otros. Asimismo, por medios de comunicación se supo que algunos simpatizantes de Assange, habrían realizado ataques informáticos a reconocidas empresas de tarjetas de crédito, porque no hacían transferencias para el sitio mencionado. 
Estos y otros ejemplos, se van sumando a una actividad que algunos especialistas han denominado Hacktivism. Definimos al Hacktivism como el activismo político realizado por personas idóneas en informática, que generan estos movimientos políticos desde sitios electrónicos ubicados en Internet, por ejemplo a través de páginas personales, las redes sociales. A veces es una persona la que realiza la actividad y otras son grupos de personas. Mientras algunos incluyen bajo este término a los ataques informáticos realizados con fines de militancia política; otros emplean un concepto más abarcador que engloba a las personas que por medio de actividades en Internet, dan a conocer informaciones confidenciales; revelan hechos desconocidos; convocan a la acción social, a la protesta; toman represalias sobre determinadas empresas; generan inconvenientes en sistemas informáticos, etc.  A lo que se suma, a la luz de los acontecimientos que están sucediendo en diferentes partes del mundo; que estos grupos de activismo político electrónico aumentarán y variarán hasta en la morfología de sus integrantes y las temáticas que concitarán su atención y esfera de acción.

Asimetrías y estrategias

En la sociedad actual, encontramos un espacio real y uno virtual (ciberespacio); con el valor agregado de que, los hechos que se realizan en el mundo virtual, tienen incidencia concreta en el real. Hasta la aparición de Internet en el mercado comercial y su posterior desarrollo, estas situaciones de convivencia paralela y simultánea de dos culturas que se mueven con coordenadas de tiempo y espacio diferentes; era impensable.         

Con el advenimiento de las redes sociales en Internet y el empleo que de ellas se está realizando, aparece un ciberpoder político que tiene absoluta y concreta incidencia en el mundo real y con consecuencias en él no dimensionadas e impensadas hasta ahora, a raíz de estas actividades.

Hay que mencionar además, la importancia creciente de las estrategias asimétricas en estos temas, es decir: metodologías distintas para movilizar a las personas en torno de ideas políticas y convocarlas a la acción. Modalidades no habituales en sus estrategias ni en sus medios. Donde se utilizan métodos no convencionales frente a un oponente más poderoso  y se emplean fuerzas disímiles. Que introducen un elemento que significa una ruptura, en este caso las nuevas tecnologías (NTIC) e Internet, que cambian la idea tradicional de un activismo político real por otro electrónico; favorecido por la intangibilidad y el silencio del ciberespacio y que se suma al real.


Entramado invisible del ciberpoder


La Internet de los opuestos, las ventajas y desventajas, no deja de sorprendernos a la hora de encontrar nuevas modalidades de uso de las nuevas tecnologías, nuevas acciones para intervenir desde la virtualidad en el mundo real. Acciones que se multiplican en segundos, capaces de desencadenar conflictos, resolver situaciones y agravarlas en otros casos.

Lazos invisibles que se tejen desde el ciberespacio. Interrelaciones que adquieren una fuerza exponencial; toda vez que se articulan desde el silencio y en algunos casos desde el anonimato, rápidamente, con ubicuidad, sin necesidad de moverse del lugar donde se tiene la conexión a Internet, llegando a millones de personas en fracciones de segundos. 

La Red de redes es la generadora de un ciberpoder, que se traduce en hechos tales como los del Hacktivism. Momentos de reflexionar en el poder que se desarrolla a través de las redes sociales y de sitios de Internet y las consecuencias frente al uso y al abuso de las redes. La importancia del tratamiento y gestión de la información y su incidencia directa en la opinión pública. El medio y la herramienta en que se constituye Internet como forma de “sacar a la luz” situaciones veladas.

Pensemos en la responsabilidad social que nos compete, frente al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en función de su ciberpoder. Y ¿por qué no? plantearnos una ciberresponsabilidad…
Mtra. Marisa Avogadro Thomé. Columna "Comunicarte", agosto 2011. Revista "Razón y Palabra", México. Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/comunicarte/2011/hacktivism.html